Aprovechando un código de Game Pass de 14 días que venía de regalo con un mando para XBOX ONE, decidí aprovechar para pasarme este juego, que a pesar de que lo tengo físico, así lo conservo precintado. :[
No me voy a enrollar demasiado. Shadow of the Tomb Raider pone fin a la trilogía y reboot empezado en 2013 con el genial Tomb Raider de ese mismo año. En ese Tomb Raider pudimos ver a una Lara Croft más humana, con más personalidad, miedos, tristeza, alegria, sufrimiento, etc. Resultó ser toda una sorpresa ya que la saga llevaba varios años dando tumbos sin un rumbo claro.
Después de esta primera entrega del reboot vino Rise of the Tomb Raider, un juego que seguía totalmente la estela de su predecesor. Y finalmente, el año pasado se puso a la venta Shadow of the Tomb Raider, el punto y final a esta historia comenzada hace 5 años.
El diseño de los escenarios está muy trabajado |
Shadow of the Tomb Raider es un juego continuista, quien se espere grandes novedades se va a llevar un chasco porque en ese sentido el juego no arriesga en nada. Esta vez nos encontramos explorando las selvas de México y Perú, en busca del pueblo escondido de Paititi. No voy a contar nada de la historia, porque en estos juegos no deja de ser una mera escusa y tampoco tiene nada destacable. En este sentido, tanto Uncharted como Tomb Raider se pueden considerar clones uno del otro.
Las misiones principales hacen que el juego tenga una duración de unas 12h. Una duración más que correcta para un juego de este tipo. Para los saqueadores de tumbas que quieran aprovechar mejor el juego, existen una serie de misiones secundarias y desafios que completar que alargará la vida del mismo hasta las 30h más o menos.
El modelado de Lara Croft es excelente, aunque no se puede decir lo mismo de los NPC |
En el apartado técnico el juego brilla con luz propia. En la ONE X el juego corre perfectamente a 4K y con HDR. También puedes elegir menos resolución y mayor framerate. El doblaje no está mal, algunas voces, como la de Dominguez no me acaban de enamorar, pero tampoco nos vamos a quejar.
Lo que no me gusta tanto es el tema de la jugabilidad. Tomb Raider no es un juego para pasartelo a lo Rambo. No serán muchas las ocasiones en las que tengamos que usar las armas de fuego, siendo nuestros encuentros con los enemigos mejor resueltos si nos escondemos y usamos el entorno para ir matando en silencio con nuestro puñal o con el arco. Esto no es lo que me ha disgustado, os lo comento a continuación.
Los escenarios que más me han gustado son los del final del juego |
Lara debe de usar su entorno para avanzar, todo está hecho para que usando nuestras habilidades nunca te quedes atrapado. Pero en alguna que otra ocasión los saltos no son nada intuitivos; de hecho me recuerda mucho a esos saltos que se alargan artificialmente en Uncharted. Tampoco me acaban de convencer los puzzles ancestrales que a veces tendremos que resolver. No están bien integrados con la historia y la ambientación; se nota que están ahí porque con algo hay que entretener al jugador. Esto a veces quizás no desespere, pero te deja un sabor de boca agridulce.
Aún así no quita que sea un buen juego y punto y final para este gran reboot. Si tuviera que elegir de estos tres, sin duda me quedaría con el Tomb Raider de 2013 que es más oscuro, más duro y más impactante. Shadow of the Tomb Raider tiene sus momentos, pero no llega o no sorprende como lo hizo el primero.
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