Pollo de goma con polea: Recordando Juegos 14: Max Payne

Bienvenidos y bienvenidas a una nueva entrega de ~~diversión con banderas~~ Recordando Juegos. Echando la vista atrás a esta categoría, ya han salido sagas tan importantes para mí como Monkey Island, Half-Life o Diablo. Pero todavía no estamos más que arañando la beta de una serie que tiene mucho que mostrar. Y en esta ocasión no he querido viajar muy atrás en el tiempo (o quizás sí, dependerá de la edad del lector).

Era mi segundo año de universidad, por aquel entonces yo tenía un equivalente, más o menos, a Pentium II 400 (K6-II de AMD) y una gráfica 3D Savage de 8MB. No era gran cosa, pero tampoco iba cojo. Podía jugar a casi todo y lo único que se me resistía por aquella época era Quake III Arena. Un día, un compañero de clase apareció con un juego bajo el brazo llamado Max Payne. Aquel año no teníamos internet ni yo andaba muy metido en el mundo de las novedades videojueguiles, iba jugando a lo que iba pillando y ese título, no sé por qué, a mí me sonaba a truño de los gordos.

El compañero insistió en que lo probara y así lo hice. Cuando vi aquel juego funcionando supe que todo lo que había jugado anteriormente, se había quedado obselto (al menos técnicamente).

Lo de lanzarse en cámara lenta en el año 2001 molaba más que Fortnite en 2019

Max Payne es un título desarrollado por Remedy Entertainment, que vio la luz a mediados de 2001, hacedora de grandes juegos como del magnífico Alan Wake o del notable Quantum Break. Aunque es tontería intentar darla a conocer por otros títulos cuando Max Payne es su mayor exponente. El guionista del juego es Sam Lake, un finlandes que además prestó su rostro para representar a Max Payne. En la tercera parte fue RockStar la que se hizo con el control de la saga, y aunque es un gran juego, pierde algo de sus raíces.

¿Quién es Max Payne?

Max Payne es un agente de la DEA, la famosa agencia antidrogas de EEUU que tan popular se hizo gracias a series como Breaking Bad. El inicio del juego no puede ser más peliculero. Max, se encuentra en lo alto de un rascacielos, como si fuese a quitarse la vida o algo así da a entender, con la mitad de la policía de Nueva York pisándole los talones, en una dura noche de invierno. La cámara va subiendo sobre el edificio hasta llegar a encuadrar el rostro de Max Payne.

Evolución de Max, quién diría que son el mismo personaje...

Ese rostro fue posiblemente lo más sorprendente a nivel gráfico que pudimos ver en el año 2001 y me atrevería a decir que aún siendo un juego 3D de aquella época, no ha envejecido nada mal.

Max Payne es un juego de acción en tercera persona con tintes de novela negra y policiaca. Para que la historia de Max tenga sentido hay que remontarse 3 años atrás, cuando nuestro protagonista llega a su casa después de un duro día de trabajo (igual no fue tan duro, pero queda más dramático contarlo así) y se encuentra con que unos yonkies han asesinado a su hija Rose (un bebé de poco tiempo) y están haciendo lo propio con su esposa. A pesar de que intenta salvarla, no lo consigue.

En su casa encuentra además de a los asesinos de su familia, unas pintadas que hacen referencia a la droga Valkyr, por lo que decide tomarse la justicia por su mano e investigar por su cuenta este turbio asunto.

Entre capítulo y capítulo la historia avanzaba en forma de cómic

En el año 2001 nos encontrabamos todavía sumergidos por el fenómeno de Matrix, una película que revolucionó el género en aquella época por efectos tan rechulones como el de la cámara lenta:

Neo, de la película de Matrix, bailando el limbo

Max Payne se aprovechó de aquel fenómeno llamado "tiempo bala" o mejor en inglés, que suena mejor: bulled time. El tiempo bala era un recurso que se iba regenerando poco a poco de forma natural, por lo que podíamos hacer uso de él de forma limitada. De esta manera, Max Payne podía lanzarse hacia delante, atrás, derecha o izquierda en cámara lenta para todo el mundo menos para él; lo cual nos daba una gran ventaja.

Max haciendo uso del bullet time

Aún con esas, Max Payne es un juego cuya dificultad va creciendo conforme vamos avanzando y terminarlo puede suponer todo un reto, sobre todo en las fases finales. Me gustaría destriparos parte de la historia, pero a decir verdad no me acuerdo de mucho de este titulo, y es que Max Payne va a cumplir 18 años y aunque la historia te mantenía enganchado, eran varios los personajes que aparecían en la trama y tendría que jugar otra vez para ponerlo todo en pie con claridad.

Más tarde llegaría Max Payne 2, un buen título pero que quedó empañado por el nefasto doblaje del doblador más querido del mundo hispano de los videojuegos: Tomás Rubio. Sencillamente se lo cargaron. Y ya en la pasada generación, juego que disfruté en PC aunque también se pudo jugar en 360 y PS3, llegó Max Payne 3. Un título que se alejaba de los primeros juegos de la saga mostrando un Max Payne más maduro, más dejado y más acabado. Un juego que como es habitual en Rockstar, nos llegó sin doblar, cosa que se agradece porque la versión original es sencillamente perfecta.

Y para terminar, me gustaría compartir por aquí algo que es difícil de olvidar de este juego, como es su inconfundible tema principal. Si no te entran ganas de jugar al escuchar esta melodía, posiblemente sea porque no has jugado y en ese caso, siento decirte, estimado lector, que te has perdido una de las pequeñas revoluciones de la industria moderna del videojuego.

miércoles, 27 de febrero de 2019

Recordando Juegos 14: Max Payne

¿Quién es Max Payne?

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