Life is Strange 2 terminado en XBOX ONE

Hace algo más de un año que terminé Life is Strange, un juego de los juegos que más disfruté en 2018. Meses más tarde haría lo propio con su precuela, Life is Strange Before the Storm. Así que desde el momento que supe que estaba en desarrollo una segunda parte, la seguí de cerca para jugarlo en el momento que estuviese terminado. Ya sabéis que esta saga se ha caracterizado por ser lanzada en formato de episodio.

Life is Strange 2 realmente no tiene nada que ver con la primera parte, así que puedes jugarlo tranquilamente, que no te vas a perder nada. Lo único en común es el pueblo donde viven los protagonistas de uno y otro juego.

En esta ocasión tomamos el rol de Sean Díaz, un joven de 17 años que vive en los EEUU (nacido allí), de padre mexicano y madre estadounidense. Hablar de cualquier cosa relacionada sobre la historia de este juego, sería entrar en spoilers, y como no es mi intención, nos lo vamos a ahorrar. Simplemente diré que es un juego muy en la línea del primero: una aventura gráfica muy light, donde es más importante la narrativa que los puzzles. Un juego adornado con una bonita historia que variará en función de las decisiones que vayamos tomando.

Durante el juego Sean Díaz no estará sólo, ya que estará continuamente acompañado de su hermano pequeño Daniel. Un niño con una característica muy especial, que no vamos a comentar, aunque es algo que sale a la luz en los primeros minutos del juego.

La duración del juego es de aproximadamente unas 15h, la cual me parece muy acertada; ya que en ningún momento se siente aburrido o alargado artificialmente. En cuanto a nivel gráfico, tiene el mismo estilo que sus antecesores aunque algo más refinado y mejorado. Muy bien en este aspecto. Al igual que la banda sonora, la cual ha sido seleccionada de forma muy acertada.

Figuras incluidas en la edición coleccionista

Y aquí lo vamos a dejar, una aventura obligatoria para todos aquellos que disfrutaron de la primera parte y por supuesto, para todos aquellos que buscan un juego donde la historia pese más que la parte jugable.